Jornada en Protección al SME

Publicado  domingo, 13 de diciembre de 2009

Fuente: Resistencia Anarcopunk
México
Informe: Praxedis Guerrero


FUERA ESPARZA Y SU DIÁLOGO,
SÓLO LA ACCIÓN DIRECTA PUEDE SALVAR AL SME


El día de hoy, la jueza Guillermina Coutiño negó los amparos promovidos por la dirección traidora del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), demostrando con esto el carácter de clase de la justicia que se jacta de los senderos infructuosos de la legalidad burguesa que han seguido los trabajadores del SME para resolver sus necesidades, abriendo un lapso de 10 días para que la orientación traidora de Esparza y Cía. avergüence nuevamente a la Clase Obrera con medidas que no hacen más que hacernos ver como motivo de risa antes los explotadores, por medio de un recurso de fallo girado por la misma juez, y liquidar así el conflicto en la reaccionaria Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

Esto es ya un hecho, las declaraciones de Carlos de Buen, abogado del SME, y de Esparza a la prensa hablan del rumbo que tomaran los acontecimientos de seguir las bases a una dirección traidora que desde el inicio le aposto al desgaste, a la desmovilización y a la “paz” con el Gobierno.

La dirección anti-obrera ya definió su postura: “acciones pacificas pero con más contundencia” (Esparza); “va a terminar resolviéndose en la SCJN” (Carlos de Buen, La Jornada 11/12/09, las negritas son nuestras).

La fracción clasista en la hora actual, la tendencia que adopta el papel de vanguardia en este conflicto, son las bases que sostienen la lucha con su sacrificio y sufrimiento, adoptando una firme posición: nos referimos a los obreros y obreras de las barricadas de la planta Turbogas de Lechería; a las trabajadoras de la huelga de hambre, al bravo pueblo de Necaxa, a los sectores radicalizados de tendidos, de mantenimiento, etc a los valientes estudiantes que se funden entre la clase obrera y que animan los bloqueos y las movilizaciones parando escuelas en apoyo a la lucha del SME, a quiénes en el interior del país levantan la bandera de la solidaridad clasista y activa por fuera y en contra de charros y oportunistas, en fin, a los hombres y mujeres del SME que claman por organizar la inevitable confrontación directa con la burguesía y defender con métodos obreros su sindicato, su trabajo y su interés de clase.

Planteada la situación así, después de tres meses de lucha, donde es obvio el desgaste y la desesperación, donde la dispersión empieza a imperar, a esta fracción y a los revolucionarios no nos queda otro medio que entregarnos decididos al combate y apuntar hacia un reagrupamiento que nos fortalezca y permita resistir al enemigo primero, y pasar a una ofensiva después.

Es preciso entender la nueva situación para delimitar las tareas que tenemos de frente, tareas apremiantes y de urgencia, pues el tiempo no pasa en balde y el enemigo esta envalentonado y con una organización superior a la nuestra.

La burguesía imperialista agrupada en las transnacionales de la industria eléctrica y de telecomunicaciones y la alta burguesía mexicana con sus agentes en el Gobierno Federal se muestra intransigente.

A través de su vocero Javier Lozano (Secretario de Trabajo), mandan el mensaje a la Clase Obrera: la extinción de Luz Y Fuerza del Centro (LyFC) no está en negociación y la contratación colectiva en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es imposible, en una palabra, la burguesía no va a negociar pero a cambio dará premios a los trabajadores que acepten la derrota sin luchar, y considerará su reinstalación (no esta demás decir, que bajo peores términos que en las primeras indemnizaciones) individual.

Hoy la burguesía lanzo sus condiciones y nos sitúa a la fracción clasista del SME y los revolucionarios en una posición en la que ya no queda otra salida más que promover abiertamente el enfrentamiento directo contra la burguesía con todas las consecuencias que esto implique, de organizar la resistencia en la práctica. Agotado el proceso de la agitación y la propaganda, debemos poner en práctica métodos más adecuados a la situación donde esto sea posible si queremos revertir el retroceso al que hemos llegado; tanto en política como en el combate callejero, debemos conformar los destacamentos de combate callejero obrero, los grupos de acción directa.

La confianza excesiva que se tiene por parte de muchos compañeros del SME en su dirección charra se revela día a día ante sus ojos como un grave error que hoy, ante la inminente derrota a la que nos conducen estos traidores, es necesario como tarea principal expulsar a Esparza, a sus secuaces y construir la Oposición Obrera en el terreno orgánico, llamando a desconocer al Comité Central en todas y cada una de las oportunidades que se presenten, boicoteando su intervención, promoviendo desde la lucha, desde la calle donde resisten los trabajadores clasistas, la democracia de base que replanteé los medios, los tiempos y el contenido de la lucha así como tomando las tribunas donde sea que estas se presenten –dar la lucha física por construir la Oposición Obrera que redireccione la lucha- .

Esto lejos de ser imposible en el apremiante momento actual, es una realidad que debemos promover y encausar. El ejemplo de la planta Turbogas de Lechería lo demuestra, pues, pese a las medidas pusilánimes que dictaban Esparza y cómplices, las bases levantaron barricadas para impedir el saqueo del equipo y organizaron las medidas para la defensa en caso de desalojo, logrando que la dirección traidora reconociera las acciones el 5 de diciembre.

Este ejemplo es uno de tantos que ofrece el momento actual de cómo la lucha directa de las bases/vanguardia puede imponerse a las vacilaciones y traiciones de la dirección/retaguardia.

En el momento actual los Anarquistas Revolucionarios llamamos a los sectores que se reivindican revolucionarios, a la militancia clasista y los hombres y mujeres más decididos a aniquilar la dirección traidora desde la práctica, a destruir esas “acciones pacificas pero más contundentes” y construir la dirección desde la base, a promover el odio entre las clases y organizar los grupos que arrastren al grueso de la masa al combate abierto.

La situación actual ha agotado cualquier medida que no sea esta, aquel que nos diga lo contrario evidencia su oportunismo y reformismo. No podemos, entonces, hacer otra cosa que avanzar a la Acción Directa, esa es la consigna del momento.

¡Fuera Esparza, fuera charros y fuera AMLO del SME!
¡Vamos por todo, no hay espacio para las dudas!
¡No pasará el decretazo, los trabajadores pasaremos!

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